miércoles, 10 de diciembre de 2008

Mi experiencia en la reciente Feria Internacional del Libro, mis investigaciones y mis inevitables burlas...Por Pedro Gándara Báez.


Sí que fui a la FIL muchachos. Un ambiente inigualable, tan lleno de conocimiento, autores, genios, estrofas poéticas hermosas y libros de alta calidad, no podían ser pasados de largo. Leí en el diario que la capacidad ascendia a las miles de personas, que seguramente, llegarían y, en promedio, comprarían dos libros ¡Ah! qué pueblo tan culto el de Guadalajara y alrededores.

Pero ¿Cuál es la realidad que gira entorno a dicho evento? Trataré de describir mi experiencia.

Primero, llegué y pagué mis respectivos 15 pesos a la entrada. Ya desde afuera había notado a cientos de escolares, probablemente cursantes de secundaria, ingresando en filas de olores agrios y hormonas exacerbadas. Todos gritaban y me interrumpían. Avancé rápidamente para evadirlos y me topé de frente nada más y nada menos que con Carlos Fuentes. Yo lo reconocí de inmediato pero no hice nada (no soy una persoana que coleccione autógrafos o mucho menos). Sin embargo y de repente, una bola de gorilones, sus "guaruras", em empujan y me quitan del lado. ¡Pinche Carlos! Caíste de mi pedastal, yo ni quería hacerte nada, si al caso verte. Pfffttt...

Después de mi descepción me fui directo a mi editorial favorita: Siruela. Esta editorial tiene el más amplio contenido de materiales filosóficos poco fáciles de conseguir. Revisé los precios y.... SAS 405 pesos por un librito de 211 páginas... Qué mierda! de qué se trata esto, me dije... Busqué y busqué y todos costaban arriba de 300 pesos... Pero, estudio filosofía, quiero conocimiento y ¡no puedo pagar tanto!
Al parecer a nadie le importaba. De hecho, escuché a una señora que decía: "Ay mira que bonitas portadas, yo creo me lo llevo para mi casa"... O sea que el libro que probablemente me serviría para pulir mis habilidades filosóficas iba a caer en una estantería, con fines estéticos, y muy probablemente, no sería abierto jamás... Maldita mierda... Les digo compañeros...

Pero bueno, por fin llegué a un volúmen interesante: La colección de cuentos de Cortázar. Lo tomé... Ciento cincuenta pesos no se me hizo mucho. Me enfile a la caja, pero ¡Oh sorpresa! Los escolares iban a comprar un libro FA-BU-LO-SO: "KIUBOLE CON... EL SEXO". Tendría que esperar como 15 minutos viendo como las futuras generaciones se embrutecían más y más con la mierda de siempre. Se hubieran quedado en casa a ver televisión, es lo mismo que leer a Jordi Rosado, digo, ¿al cabo ahí sale no?

En fin... Próxima vez que quieran ir a la FIL, prepárense. Lléven aromatizante para combatir a los pubertos, lleven unos tapones para los oídos y así eviten los comentarios estúpidos y recomendaciones sobre libros aún más pendejos. No haría mal que llevaran también unos binoculares para que vean a sus autores favoritos desde lejos para que no reciban empujones de primates. Y si tienen dinero como para comprar libros, no vayan a la FIL, mejor láncense a Chapultepec, ahí las librerías están más baratas y no están retacadas de PURA MIERDA...

Sin más comentarios, me despido:
Su amigo: El "Gándaras"

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