jueves, 11 de diciembre de 2008

FIL 2008: GOLPE A GRUPO PRISA. Por Frnando Hra-García

En la pasada Feria de libro de Guadalajara, llevada a cabo del 28 de noviembre al 4 de diciembre del presente año, me robé 5 libros. Fue un a experiencia riquísima en emociones. No había sentido nunca lo que se siente robar, pero no se siente tan mal, mucho menos cuando la editorial a la que le robas pertenece al segundo conglomerado de medios más podero$o de América Latina.
Comencé robándome Rayuela, de Julio Cortázar; después metí a mi bolsa Factotum, de Bukowsky; Florencia y Ruiseñor, de Bárbara Jacobs; y el más nuevo libro de Alberto Ryu Sánchez, la mano del fuego. El monto total del atraco ascendía los setecientos pesos. Por supuesto que prefiero gastármelos en otras editoriales. Creo que nunca he pagado más de doscientos cincuenta pesos por un libro (Precio de la mano del fuego), ni lo haré, mejor me los chingo, pensé. A eso nos orillan con esos precios, bazofias. Si tuviera la oportunidad de volver a robárles lo volvería a hacer.
A veces me he puesto a pensar a quién más le robaría. Le robaría a Carlos Slim, a Donatella Versace, a Oprah, a Tony Kamo, al perro Bermúdez, a Santiago Creel y a Peña Nieto. A este último le robaría más que a los otros, porque tiene hijos que oscilan entre los 10 y los 14, entonces seguramente tendrán xbox360 y no he comprado el FIFA 2009.
Los convoco al hurto, lectores. Los convoco al hurto como única respuesta eficaz a los disparados precios bíblicos. No puedo esperar la del 2009. Espero no ser pillado y consignado, de ser así, que Dios me ampare.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Mi experiencia en la reciente Feria Internacional del Libro, mis investigaciones y mis inevitables burlas...Por Pedro Gándara Báez.


Sí que fui a la FIL muchachos. Un ambiente inigualable, tan lleno de conocimiento, autores, genios, estrofas poéticas hermosas y libros de alta calidad, no podían ser pasados de largo. Leí en el diario que la capacidad ascendia a las miles de personas, que seguramente, llegarían y, en promedio, comprarían dos libros ¡Ah! qué pueblo tan culto el de Guadalajara y alrededores.

Pero ¿Cuál es la realidad que gira entorno a dicho evento? Trataré de describir mi experiencia.

Primero, llegué y pagué mis respectivos 15 pesos a la entrada. Ya desde afuera había notado a cientos de escolares, probablemente cursantes de secundaria, ingresando en filas de olores agrios y hormonas exacerbadas. Todos gritaban y me interrumpían. Avancé rápidamente para evadirlos y me topé de frente nada más y nada menos que con Carlos Fuentes. Yo lo reconocí de inmediato pero no hice nada (no soy una persoana que coleccione autógrafos o mucho menos). Sin embargo y de repente, una bola de gorilones, sus "guaruras", em empujan y me quitan del lado. ¡Pinche Carlos! Caíste de mi pedastal, yo ni quería hacerte nada, si al caso verte. Pfffttt...

Después de mi descepción me fui directo a mi editorial favorita: Siruela. Esta editorial tiene el más amplio contenido de materiales filosóficos poco fáciles de conseguir. Revisé los precios y.... SAS 405 pesos por un librito de 211 páginas... Qué mierda! de qué se trata esto, me dije... Busqué y busqué y todos costaban arriba de 300 pesos... Pero, estudio filosofía, quiero conocimiento y ¡no puedo pagar tanto!
Al parecer a nadie le importaba. De hecho, escuché a una señora que decía: "Ay mira que bonitas portadas, yo creo me lo llevo para mi casa"... O sea que el libro que probablemente me serviría para pulir mis habilidades filosóficas iba a caer en una estantería, con fines estéticos, y muy probablemente, no sería abierto jamás... Maldita mierda... Les digo compañeros...

Pero bueno, por fin llegué a un volúmen interesante: La colección de cuentos de Cortázar. Lo tomé... Ciento cincuenta pesos no se me hizo mucho. Me enfile a la caja, pero ¡Oh sorpresa! Los escolares iban a comprar un libro FA-BU-LO-SO: "KIUBOLE CON... EL SEXO". Tendría que esperar como 15 minutos viendo como las futuras generaciones se embrutecían más y más con la mierda de siempre. Se hubieran quedado en casa a ver televisión, es lo mismo que leer a Jordi Rosado, digo, ¿al cabo ahí sale no?

En fin... Próxima vez que quieran ir a la FIL, prepárense. Lléven aromatizante para combatir a los pubertos, lleven unos tapones para los oídos y así eviten los comentarios estúpidos y recomendaciones sobre libros aún más pendejos. No haría mal que llevaran también unos binoculares para que vean a sus autores favoritos desde lejos para que no reciban empujones de primates. Y si tienen dinero como para comprar libros, no vayan a la FIL, mejor láncense a Chapultepec, ahí las librerías están más baratas y no están retacadas de PURA MIERDA...

Sin más comentarios, me despido:
Su amigo: El "Gándaras"